¿Cuál es la diferencia entre desodorante y antitraspirante, y cuál es mejor? son dos preguntas comunes entre las personas que desean cuidar su salud y oler bien.
Antes de intentar explicar la diferencia entre ambos productos, es necesario repasar el tema de la sudoración en los humanos:
- Transpiramos por cada poro de nuestro cuerpo de 1 a 10 litros de agua en un día.
- Tenemos dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas y apocrinas.
- El mal olor se genera, principalmente, en los lugares en donde se concentra el mayor número de glándulas sudoríparas apocrinas: axilas, pezones, ingles, comisura de los labios, párpados y detrás de las orejas.
- Ambas glándulas excretan un líquido inodoro e incoloro conocido como transpiración o sudor.
- Cuando el sudor hace contacto con la piel se produce una descomposición química.
- El calor, la humedad y la obscuridad (rasgos preexistentes en las axilas, por ejemplo), fermentan el líquido que sale de nuestro cuerpo y lo convierte en un ácido llamado trans-3-metil-hexaonico, que provoca el mal olor que tenemos los seres humanos.
Diferencia entre desodorante y antitranspirante
¡Oler mal es desagradable y causa un rechazo social!
La humanidad ha hecho hasta lo indecible para controlar el mal olor corporal, sobre todo el que proviene de las axilas.
A finales de 1880 se comercializó, el primer desodorante bajo el nombre de “MUM” era una pasta hecha a base de óxido de zinc que controlaba el mal olor, pero no la humedad. A principios de 1900 se comenzó a incluir el aluminio en la fórmula, dando como resultado los antitraspirantes. (Puedes leer aquí la fuente consultada)
Pero ¿cuál es la diferencia entre desodorante y antitranspirante?
La diferencia entre desodorante y antitraspirante radica en lo que hacen cuando lo aplicamos en las axilas:
El desodorante inhabilita la bacteria que causa el mal olor, pero permite que el poro transpire libremente.
El antitraspirante evita que salga el sudor por el poro y, al no haber humedad en el pliegue axilar, las bacterias que viven en la superficie de la piel no fermentan el líquido corporal.
Se ha calificado al desodorante como un producto que únicamente tiene fines cosméticos y que disfraza el mal olor usando un perfume, mientras que los antitraspirantes son la panacea que brinda la solución mágica al problema del mal olor.
La realidad es que los antitraspirantes producen un efecto químico sobre la axila, ya que las sales de aluminio, que son uno de los ingredientes activos de los antitraspirantes, inhiben la actividad de las glándulas sudoríparas al formar un tapón sobre el conducto de salida del poro y esto evita que salga la transpiración.
Al evitar la salida del sudor por medio de este tapón no hay descomposición química y por lo tanto no hay mal olor.
Es un error que se califique al desodorante como un cosmético que va disfrazar con perfume el olor a sudor. Esto es una generalización usada por los publicistas de los antitraspirantes.
Es cierto que no todos los desodorantes comerciales contienen ingredientes efectivos que ayudan a inhabilitar la bacteria que causa el mal olor.
La buena noticia es que sí es posible inhabilitar la bacteria que causa el mal olor mediante desodorantes que incluyan en sus fórmulas productos naturales como el aceite de coco, que es altamente poderoso en ácido laurico.
Este ácido es el bactericida más poderoso que nos regaló la naturaleza y cuando se trata de inhabilitar la bacteria que causa el mal olor, el aceite de coco ¡es el campeón! No existe flor ni fruto que contenga mayor cantidad de ácido laurico en toda la creación.
Si al aceite de coco se le agregan aceites esenciales como por ejemplo, el té de árbol, la lavanda e incluso el romero; todos ellos con alto poder bactericida, el resultado es sorprendente y espectacular.
“Taponear” los poros para obstaculizar esta función natural NO ES SALUDABLE.
La cultura actual percibe el proceso de sudoración humana como algo que se debe evitar o esconder a toda costa. Este ha sido el gran triunfo de las campañas publicitarias de las grandes trasnacionales que fabrican los controvertidos antitraspirantes.
Afortunadamente, cada vez son más los consumidores que están eligiendo opciones sanas y que están creando conciencia a su alrededor acerca de las consecuencias en la salud humana de aplicarse químicos tóxicos con efectos que aún no podemos calcular, todos los días (y durante toda la vida).
¿Quieres probar un desodorante 100% natural, que no daña tu salud? Te invito a conocer IMMI desodorante un producto que, además de ser completamente libre de químicos como aluminio, triclosán y parabenos, beneficia a tu salud y a los enfermos con cáncer que acuden a Galilea 2000 A.C asociación que se encuentra en Guadalajara, Jalisco, México.
Puedes adquirir este desodorante en alguno de nuestros puntos de venta.
¿Por qué usar antitranspirante si puedes usar un desodorante natural?
Las razones pueden ser muchas y muy variadas: La resistencia al cambio es a veces muy fuerte o estamos muy contentos con el antitraspirante que usamos o no creemos que aplicarnos químicos sobre nuestras axilas todos los días nos vaya a hacer daño.
Desodorante IMMI no es adecuado para piel extra sensible ni para las personas que transpiran mucho en sudor, pues al no tener aluminio o alumbre ( que es su primo hermano) NO tapa el poro y si hay mucha sudoración en líquido que deja marca de agua sobre la blusa o camisa.
Fuera de estas dos condiciones, IMMI desodorante es ideal para toda la familia. Nuestros clientes en todo México son hombres y mujeres desde los 9 años que inicia la pubertad hasta la tercera edad.Pero principalmente IMMI es ideal para las personas de humor muy fuerte.
IMMI es 100% garantizado en combatir el mal olor.
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