No pongas metales en tu sangre

El ingrediente activo de un antitraspirante es el aluminio. Este puede ser de dos tipos: clorhidrato de aluminio o bien una sal de aluminio llamada Tetraclorohidrex de aluminio zirconio. Los productos en aerosol por lo general contienen clorhidrato de aluminio y las barras y geles están hechos con el aluminio zirconio.

Me pregunto… ¿A donde van a parar estos metales una vez que los pones en tu axila? A tu torrente sanguíneo.


Los antitranspirantes en aerosol contienen propelentes de presión que producen una dispersión intensa sobre la superficie de la piel. Estos propelentes comúnmente son butano, isobutano y propano.

Antes de 1987 se usaba como propulsor clorofluorocarbonos (CFC) creados por el hombre y que provocaron un adelgazamiento de la capa de ozono de la Tierra. Desde la creación del Protocolo de Montreal, un tratado internacional voluntario de 1987 para la eliminación de los CFC en los aerosoles, se ha eliminado por completo de forma progresiva el uso de los CFC en los aerosoles en todo el mundo.

El Clorhidrato de Aluminio esta indicado para casos de sudoración fuerte. No hay un estudio científico concluyente que lo relacione con el cáncer de mama o el Alzheimer. Esto quiere decir, que si bien hay estudios, que prueban una cosa u otra, los científicos NO se han puesto de acuerdo.

Mientras tanto miles de consumidores en todo el mundo están abandonando su uso por miedo a contraer cualquiera de estas dos enfermedades. Además, el aluminio es solo UNO de los muchos químicos presentes en este producto que usamos todos los días desde la pubertad hasta la muerte.